Macri crea fuerza de choque.

 

desalojo_081BUENOS AIRES.- El multimillonario Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha dado rienda suelta a una fuerza de choque “anti-pobres” con claros rasgos fascistas. Ex-barrabravas, acostumbrados a amenazar y agredir personas por órdenes de los que pagan, actúan como para policiales en la Capital argentina agrediendo a indigentes y cartoneros. Se los denomina Unidad de Control del Espacio Público (UCEP) y pertenecen al Ministerio de Espacio Público del ex rugbier Juan Pablo Piccardo.

Piccardo, es un ex gerente de la empresa Isenbeck, que no se destacó por la ética aplicada tanto en la comercialización (compró una marca de vinos en forma dudosa) como en la publicidad, a punto tal que lo echó la propia compañía que es la que lo demandó. Además, integró el equipo de Los Pumas, que a pesar del apartheid impuesto por todo el mundo por la segregación racial que aplicaba Sudáfrica igual jugó allí con los blancos. Es uno de los principales arietes del ultra derechista PRO que ha tomado el poder en la otrora orgullosa Reina del Plata.

Desde un Decreto firmado en 2008, armó desde el Ministerio que conduce una fuerza de choque compuesta por medio centenar de patovicas que cobrarían $ 2.400 en blanco y otros plus por cada “operativo” de represión a pobres en la vía pública y en casas ocupadas. Además reciben camperas “blindadas” contra elementos punzantes y celulares. Se cree que estarían usando “armas secas” tales como manoplas rompe dientes o las que se usan en artes marciales. El párroco de la Parroquia Inmaculado Corazón de María, Jorge Alonso, dijo haber sido testigo cómo una veintena de hombres con camperas negras golpearon y agredieron a un indigente de menos de 70 años que vivía en las calles de Constitución. La dieron un día para desaparezca de abajo de la autopista porque de lo contrario lo compactarían en un camión de la basura.

En los desalojos de la Plaza de Belgrano o el edificio de Paseo Colón, ingresan de madrugada y golpean, amenazan y destruyen las escasas pertenencias que los pobres pueden tener consigo. Los operativos tienen en las inmediaciones algún camión de la basura del propio Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires donde arrojan muebles y pertenencias. Las amenazas verbales son moneda corriente y duran pocos minutos hasta que empiezan a aplicar los golpes. Aunque dicen que tienen otros empleos, se entrenan a tiempo completo en los más selectos gimnasios de la zona norte, donde consiguen otros trabajos de custodias de la clase alta.

Esta fuerza habría sido sugerida por el Presidente colombiano Alvaro Uribe, quien es uno de los organizadores de los paramilitares en su país, gracias a los cuales llegó al poder en función de su poder de amedrentamiento a la población.

 

 

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MARZO 2009-03-14

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