El parecido de Marcela Herrera de Noble con su presunta madre asesinada por la dictadura es asombroso.

El parecido físico de “Marcela Noble” con su presunta madre desaparecida es asombroso.

BUENOS AIRES (TV Mundus) Por Redacción TV Mundus.- A medida que pasan los años el parecido físico entre la hija adoptiva de dudoso origen de la dueña de Clarín y quien habría sido su madre (Bárbara Miranda, asesinada en un operativo de la dictadura militar) es asombroso. El rostro tiene puntos similares propios de la herencia genética y su físico se parece cada día más al de su abuela (una de las fundadoras de las Abuelas de Plaza de Mayo) que murió buscándola. Los dudosos procedimientos de identificación de ADN han dejado dudas que se acrecientan día a día.
Ernestina Herrera, última esposa joven del anciano Roberto Noble, hizo crecer la empresa que le dejara su cónyugue desplazando a la única hija carnal del político y periodista conservador (Guadalupe Noble, hija de un tormentoso matrimonio de su padre con una actriz mexicana) y dándole el timón a Héctor Magnetto. Este supo hacer una importante alianza con la dictadura de Videla que como prenda de buena voluntad le regaló la única productora de papel para diarios del país. Papel Prensa fue arrebatada a los herederos de David Graiver (muerto en sospechoso accidente) que estuvieron secuestrados en centros clandestinos de detención hasta el final del régimen. En esa connivencia con las fuerzas armadas represivas, estas le consiguieron en irregulares circunstancias dos niños para que adoptara en un tribunal de San Isidro sospechado de manejar identidades en combinación con los uniformados. Uno era “Felipe” y la otra era “Marcela” (llamada Matilde por sus presuntos padres reales).
En 1976, el ejército atacó una casa del Partido de San Isidro en la que según el propio diario Clarin durante horas resistieron “cinco delincuentes” que fueron abatidos “por las fuerzas del orden” después de “varias horas de combate”. A las 9 de la noche de ese fatídico 5 de septiembre en la esquina de Asunción y Catamarca de la localidad de Boulogne solo vivían Roberto Lanoscou, Bárbara Miranda y sus tres hijos (de 5 y 4 años los dos varones y de seis meses la niña). Ambos militantes montoneros no habrían resistido como se dijo porque nunca se encontraron disparos en las viviendas de enfrente e incluso como dijo el periodista Walter Goobar1 cuando exhumaron los cuerpos en el año 2004 (escondidos en tumbas anónimas y hallados por el Equipo Argentino de Antropología Forense) tenían un disparo en el cráneo en clara señal de haber sido rematados una vez rendidos. En lo que correpondía a la tumba de la beba en la misma no estaba el cadáver de la misma, por lo que recuperó fuerza la idea de la apropiación.
Tras muchos años de negativas a hacerse el ADN, los niños de dudoso origen en manos de Herrera de Noble aceptaron hacerse un examen que tuvo una cantidad tal de irregularidades que da la sensación de haber sido un caso más de distinto filtro en el sospechado Poder Judicial.

do Campo Spada, 2013 (C)
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MAYO 2013-05-25
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