PASAJEROS VARADOS EN LA TERMINAL

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micros_TELAM_02 FOTO: TÉLAM
Buenos Aires, 3 de mayo (Télam). Cientos de pasajeros varados en la terminal de ómnibus de Retiro por el paro que los choferes de larga distancia, protestaron hoy ante la incertidumbre y por la inseguridad que padecen, mientras se organizaban para pasar otra noche en esa estación porteña.
Las plataformas de partida de ómnibus continuaban vacías y de las más de cien boleterías sólo tres, de empresas muy chicas, estaban abiertas, mientras las de las grandes firmas continuaban cerradas. Los empleados de las compañías de transporte de pasajeros aclaraban que no podían hacer nada, ni devolver el dinero, ni cambiar pasajes hasta que se solucione el conflicto, pero la gente los acusa de haber vendido ayer muchos pasajes a sabiendas de que comenzaba el paro.
La gente denunciaba que hubo muy poca custodia y durante la noche sucedieron robos, de los cuales el más emblemático fue a una mujer que tiene su nena en el Hospital Garrahan en espera de un trasplante y debía viajar a Corrientes, a la que le robaron una mochila con toda su documentación.
También denunciaron que para usar el baño les cobraban dos pesos, cinco para darles agua caliente como para hacer mate y por un sándwich les piden un mínimo 30 pesos. Mónica Barroza, quien tiene a su nieto de dos años también en el Garrahan, con leucemia, contó a Télam que tenía que haber viajado a San Luis a buscar documentación y ropa para su hija, su yerno y el bebé; no tiene donde quedarse y está sin familia en Buenos Aires y sin dinero.
Norma Banegas, contó que tenía que viajar hoy a Puerto Madryn porque el lunes comienza a trabajar y, si el conflicto no se soluciona, no sabe qué pasará con su trabajo. La gente estaba desconcertada y no sabe qué hacer, como le ocurre a Liliana, una cardíaca que estuvo descompuesta y necesita llegar a Mar del Plata, donde está su casa.
Deli es boliviana y llegó ayer de su país con su beba y hoy tendría que haber ido a Pinamar, donde está su marido, pero quedó varada y es otra víctima de los abusos con los precios, ya que quiso comprar un yogur a la beba y le pidieron 15 pesos. Algunos pasajeros consultaron a remiseros para viajar en conjunto, en especial a la costa bonaerense, pero les piden de 2.000 a 6.000 pesos, y nadie lo puede pagar.
Carmen, que tendría que haber viajado hoy a Asunción, estaba muy enojada y dijo que entiende “que se pida aumento de sueldo y que todos tiene derecho reclamar, pero no a costa de perjudicar a los más pobres, como nosotros”. Los pasajeros continuaban en el hall central, donde protestaban golpeando tachos de residuos, y muchos se unen para juntar plata para comprar comida y para cuidarse los bolsos, porque la mayoría se queda a dormir.
La medida de fuerza, iniciada a las 14 de ayer, fue decidida por la Unión Tranviarios Automotor tras el fracaso de las negociaciones salariales mantenidas con las cámaras empresarias de transporte. (Télam)