Las elecciones mexicanas manchadas por la sospecha y la corrupción.

FOTO: VANGUARDIA

Por Daniel do Campo Spada.

La segunda economía latinoamericana sigue firme con la frase de “tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos” que ha marcado su historia. Aparentemente lejos de las invasiones militares que le propiciaba periódicamente su vecino imperialista y que le ha cercenado casi la mitad de su territorio, ahora todos los males parecen volcarse en tierra azteca. El candidato del otrora popular Partido de la Revolución Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto ha ganado las elecciones presidenciales por un ajustado margen en un mar de sospechas de fraude en el escrutiño tanto como en los mecanismos de cooptación generados y sotenidos por la Casa Blanca y su cartel de narcotráfico Los Zetas.
A las pocas horas de los comicios, millones de personas saturaron los supermercados en un aumento del consumo que llamó la atención a propios y extraños. Lo que había ocurrido es que aproximadamente cuatro millones de personas habrían recibido una tarjeta de débito en la que le depositaron dinero por haber apoyado a Peña Nieto, candidato mimado por los dos oligopolios de comunicación Televisa y TV Azteca y subvebcionado supuestamente por dinero proveniente del narcotráfico. En el último año calendario, se produjeron cerca de 60 mil muertes violentas por ajustes de cuenta entre traficantes de droga. La cifra es espeluznante y supera todo cuadro comparativo aún para una población de 120 millones de habitantes como la que dispone México. De esa forma, los barones del delito castigaban al saliente Partido Acción Nacional (PAN) de Felipe Calderón por haber sumido al país en una guerra interna en la que los militares más entrenados se pasan al territorio oscuro por las impresionantes cifras que les ofrecen.
Peña Nieto, quien no logra explicar en que circunstancias murió su primera esposa Mónica Pretelini se encuentra casado con la actriz Angélica Rivera, conocida por la telenovela “La Gaviota”, con quien comparten los tres hijos de cada uno en una construcción mediática probablemente guionada. Un ex amante del flamante Presidente dijo que el mismo es homosexual y que la primera mujer del priista los descubrió en la cama generándose la situación en la que él la empujó escaleras abajo. Como ya era “él” candidato de la nueva derecha los medios le recrearon rápidamente su nueva historia familiar que incluye una apresurada suspensión ante el Vaticano del primer matrimonio de su nueva consorte, para poder de esa manera televisar la flamante y feliz boda de “la pareja modelo del país”.
El diario inglés The Guardian sostiene que los carteles consiguieron reunir u$s 3.500 millones que durante un año repartieron en las grandes cadenas de diarios, televisoras y radios del país para que cuidaran a Peña Nieto, quien no logra mencionar un libro que haya leido, confunde nombres y localidades y no se muestra intelectualmente muy preparado. Todo se basa en su imagen y en la de su bella segunda esposa, mientras se ocultan hechos luctuosos que lo involucran como la masacre de San Salvador Atenco en la que en la represión a jóvenes y comerciantes murieron dos personas y varias mujeres fueron violadas.
Cuando era Gobernador del Estado de México, en 2006, Enrique Peña Nieto ordenó una fuerte represión a través de la Policía Federal Preventiva, la Agencia de Seguridad Estatal (una suerte de policía ditrital), la propia policía municipal que también respondía al PRI que atacaron a militantes territoriales en busca de un pedazo de tierra para cultivar dejó un saldo que según el informe oficial provocó la muerte de Javier Cortés y Alexis Benhumea (en circunstancias que asemejan mucho a la masacre de Avellaneda durante el interinato del Senador Eduardo Duhalde en Argentina en 2002), la cifra de 353 personas que fueron detenidas sin procesarlas, casi treinta mujeres violadas en comisarias y cientos de heridos. (Ver informe oficial)
Aunque nadie podría imaginarlo, a la denuncia del candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Andrés Manuel López Obrador (que en esta ocasión perdió por 6% de diferencia y en 2006 apenas quedó un 1 % atrás de Felipe Calderón) se le agrega la denuncia del conservador PAN según la cual los dineros que sostuvieron a Peña Nieto provienen del lavado del narcotráfico que se ha convertido en un Estado dentro de otro Estado pero con su base financiera, logística y de clientela en los Estados Unidos, con quien México integra el Tratado de Libre Comercio que también compone Canadá, otra de las sedes principales de consumidores de droga. En una conferencia de prensa que compartieron los Presidentes de ambas agrupaciones Gustavo Madero (PAN) y Jesús Zambrano (PRD) dijeron que no solo creen que hay sospechas en la financiación sino también en el resultado mismo de las elecciones. En referencia a esto último, el Tribunal Electoral del Poder Judicial se expedirá recién el 31 de agosto, cuando termine de contabilizar en forma manual los resultados hasta ahora enumerados en forma electrónica.

do Campo Spada, 2012 (C)
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JULIO 2012-07-21
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