TRABAJADORES – Plutocracia | La CGT está desacreditada y cercana al régimen.

CABA (TV Mundus) Por Daniel do Campo Spada.- La Confederación General del Trabajo (CGT) atraviesa una de las etapas de mayor descrédito en la historia reciente. Aunque no empezó hoy, sí se puede decir que la tibieza de la conducción de la mayor central de trabajadores se arrastra en el lodo del descrédito de la opinión pública. Héctor Daer, Carlos Acuña y Octavio Arguello mantienen una pasividad connivente (¿cómplice?) con el régimen de Javier Milei. Fueron cómplices de Mauricio Macri e inexistentes con Albero Fernández.
Más allá de que al principio hicieron un par de paros y movilizaciones, desde que desplazaron al camionero Pablo Moyano del triunvirato perdieron la total combatividad en un momento de destrucción claro del país y de los derechos de los ciudadanos. Apenas hacen Comunicados de solidaridad y fotos de compromiso, pero su capacidad de movilización (que es innegable) está dormida. Ni siquiera acompañan a los jubilados apaleados cada miércoles como si fuera un deporte de “péguele al viejo” que practican los esbirros de Milei y Patricia Bullrich.
Daer, del gremio de la Sanidad, ya anunció que en la renovación de noviembre se va de la conducción, pero lo que parece una buena noticia se enturbia cuando se descubre que fue a La Plata y le pidió a Axel Kicillof para que lo ponga en un lugar espectante en la lista de Diputados nacionales de Fuerza Patria. Un nuevo negociable entraría en la Cámara Baja. Ya lo fue cuando ingresó en la lista del Frente Renovador.
Carlos Acuña, del gremio de Playeros y Estacioneros responde al siempre tramposo y derechista Luis Barrionuevo, ya con poco peso inclusive entre los gastronómicos. Y Octavio Arguello fue lo menos que pudo poner Camioneros tras la salida de Pablo Moyano y la negativa de Hugo Moyano.
Las otras dos centrales, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA-T) que conduce el Secretario General Hugo Yasky y la Central de Trabajadores Autónoma (CTA-A) Hugo Cachorro Godoy no disponen del poder de fuego de la CGT. Son más combativas, pero no alcanzan la dimensión de la original CGT. En el caso de ambas ponen no solo la solidaridad sino el cuerpo en las manifestaciones del pueblo. Lamentablemente su frescura y capacidad de participación no trascienden en los pasillos del poder.

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Plutocracia: Gobierno de los ricos.