LIBERTAD DE EXPRESIÓN | Assange sigue prisionero y la libertad de información agoniza.

Redaccion julio 26, 2019 0 Comment

Julián Assange al momento de ser detenido en Londres.

Por Daniel do Campo Spada
(TV Mundus)

El periodista australiano Julián Assange sigue detenido en las mazmorras de la monarquía británica. El mundo mira para otro lado pero con el empeoramiento de la salud del creador Wikileaks agoniza la libertad de información del planeta tierra. Desde que el régimen de Lenin Moreno abriera las puertas de la Embajada de Ecuador en Londres (un hecho vergonzoso para cualquier nación que se precie de soberana) para que ingresaran uniformados ingleses nada se sabe de quien abrió un camino de advertencia respecto a cómo el poder maneja nuestras vidas espiando nuestra intimidad.
La excusa por la que ha sido detenido (mantener relaciones sexuales sin usar preservativos) esconde la verdad del problema. Estados Unidos no quiere que se sepa lo que el poder universal esconde. No es casual que años después Edward Sonwden, un norteamericano asqueado de ese uso arbitrario y asimétrico del poder de la información se refugiara en Rusia desde donde denuncia cómo se puede apretar a cualquier humano, porque deliberadamente ya no somos libres y gracias a The Intercept (que se suma a Wikileaks) ahora va siendo una información de dominio público.

Assange está detenido e incomunicado en la prisión de Belmarsh, en las cercanías de Londres. Fue creada en 1991 y tiene aproximádamente mil detenidos. De muchos de ellos no hay registros. Muchos la consideran un paralelo de Guantánamo, prisión ilegal que Estados Unidos tiene en un pequeño territorio robado a Cuba. Su estado de salud es delicado y escasamente puede ser visitado espaciadamente por alguno de sus colaboradores o abogados más cercanos. Tiene limitado su acceso a Internet y es mantenido en un aislamiento que está provocándole una fuerte depresión.
La cadena de televisión rusa RT, de la Agencia de Noticias Novosti logró filtrar algunas imágenes en la que se lo ve muy afectado por el aislamiento al que es sometido. Se ha dejado la barba y su aspecto general está descuidado. La técnica británico-norteamericana es la del quiebre emocional de sus detenidos, donde el aislamiento se convierte en una de las estrategias que utilizan.
El australiano tiene 18 causas abiertas en Estados Unidos por haber revelado las atrocidades que sus soldados cometieron en Afganistán e Irak. Ningún uniformado ha sido llevado a la justicia por las violaciones a los Derechos Humanos en las invasiones a esos países, pero sí se iniciaron esas acciones a Assange por haber develado la información recibida en Wikileaks. Denunciar es un delito que aparentemente peor que cometer los crímenes contra civiles indefensos.
Desde que en el año 2009 Wikileaks publicó las escenas que un avión invasor filmó en Irak, donde los norteamericanos masacraron a doce personas (incluidos dos periodistas de la Agencia Reuter de Alemania) civiles totalmente indefensas. Desde 2010 no solo se inventaron causas judiciales en varios paises (además de Estados Unidos, Gran Bretaña y Suecia) sino que además se generaron ataques cibernéticos contra el sitio web Wikileaks. La comunidad de informantes libres comenzaron a trazar una red de servidores a nivel mundial que permitió mantenerlo en pie.
Nils Melzar, vocero de las Naciones Unidas en relación a las torturas visitó a Assange el la prisión londinense y manifestó su preocupación por su estado de salud y anímico. La monarquía accedería a la misma extradición a que lo había reclamado Suecia por el presunto delito sexual. Allí le esperan los oficios girados desde Estados Unidos que busca llevarlo a la pena de muerte por dar a conocer secretos de “la defensa”.
La persecución no solo se limita hacia el oceánico sino que además el régimen de Donald Trump está persiguiendo al periodista finlandés Trevor Fitzgibbon y al abogado Jacob Appelbaum, a quien lograron hacerlo separar de su mujer tras un hostigamiento sobre ella haciéndole creer que su cónyuge era un violador serial. Esas técnicas de destrucción psicológica son las que Snowden denunció que aplica la National Security Agencia (NSA) en la que trabajaba. Mike Pompeo, encargado entre otras cosas de derrumbar la democracia de la República Bolivariana de Venezuela, es que dirige la estrategia para destruir a Wikileaks. De esa forma quedará claro el mensaje hacia todo aquel que se atreva a mostrar la crueldad del régimen de Washington.

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