REGIÓN – Venezuela | La gira de Almagro para promover el quiebre de Venezuela

El derechista uruguayo Luis Almagro es el hombre de Estados Unidos en la OEA.

El derechista uruguayo Luis Almagro es el hombre de Estados Unidos en la OEA.

Por Misión Verdad
(Venezuela | www.misionverdad.com )

Las reuniones del secretario general de la OEA, Luis Almagro, antes de exigir la aplicaciòn de la Carta Democrática son bastante demostrativas sobre el esquema de relaciones que se mueven contra Venezuela.
El 24 de enero se reunió con el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, en el marco del encuentro de legisladores de América Latina y Europa. Tajani es conocido por haber fundado el partido Forza Italia, junto al magnate Silvio Berlusconi, varias veces presidente de ese país. También por haber protagonizado el año pasado un incidente con el diputado Darío Vivas luego de que éste lo increpara por atacar la soberanía de Venezuela en una reunión entre legisladores europeos y latinoamericanos. Su posición antivenezolana tampoco dista del resto de la Unión Europea, un organismo dirigido por ex tecnócratas del banco gringo Goldman Sachs, como Mario Draghi del Banco Central Europeo, y políticos de países considerados como paraísos fiscales, como Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea. La flor y nata de las empresas y bancos de Europa y Estados Unidos.

El 27 de enero tuvo un encuentro con el presidente de España, Mariano Rajoy, en el que también conversó sobre Venezuela. Esta reunión también se enmarca en una serie de encuentros que Almagro tuvo con figuras de la política española del Partido Socialista Obrero Español y el Partido Popular. Una de estas figuras es el ex mandamás de este último partido, José María Aznar, con quien el secretario general de la OEA se reunió previo a la convocatoria del Consejo Permanente. Su trayectoria bien sirve para delimitar los intereses de los políticos españoles respecto a Venezuela. Es miembro del consejo directivo de Barrick Gold, una de las principales mineras del mundo, también de News Corp, la corporación comunicacional del magnate Rupert Murdoch, y del principal bufete de abogados del mundo, Dla Pippers. Además de tener aceitadas relaciones con lo más granjeado de las multinacionales españolas (la petrolera Repsol, la energética Endesa, el banco Santander, entre otras). Todas corporaciones con intereses en los recursos naturales de Venezuela, que Luis Almagro utiliza como su principal fuente de apoyo para ir contra el país.

El 2 de febrero participó en el foro “Latinoamérica y el orden liberal mundial” de la Fundación Nacional de la Democracia. Espacio donde fue recibido como un activo político de esta organización, fundada en 1982 para asumir muchas de las tareas que antes hacía la CIA, de acuerdo a su creador Allen Weinstein. Su presupuesto es aprobado por el Congreso de Estados Unidos y se dedica a financiar ONGs alrededor del mundo que sean útiles a la política exterior estadounidense. Por su consejo directivo pasaron expertos en guerra sucia de la era Reagan, como Roger Noriega, Elliot Abrahms y John Negroponte.

El 10 de febrero recibió en la OEA a parte de la plana mayor de Voluntad Popular, entre la que se encontraba el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara. En ese encuentro se le presentó el pedido de aplicación de la Carta Democrática a Venezuela por parte de este organismo legislativo que se encuentra actualmente en desacato de las órdenes judiciales emitidas por el Tribunal Supremo de Justicia para que desincorpore legisladores de Amazonas. Bastante demostrativo es que este pedido haya sido entregado por Voluntad Popular ya que el 56% de sus reuniones con opositores venezolanos han sido con figuras de este partido. Estas reuniones, como los constantes viajes de sus miembros al exterior, los presentan como los intermediarios elegidos para recibir el dinero y el apoyo externo de la estructura diplomática y corporativa que se mueve alrededor de Venezuela.

El 24 de febrero participó de un foro sobre Venezuela en el Instituto Americano de la Empresa, conocido por ser un instituto neoconservador del que salieron miembros del gabinete de George Bush. Su intervención fue presentada por Eric Fansworth, director del Consejo de las Américas, fundado por David Rockefeller e integrado por corporaciones energéticas como Chevron, ConocoPhillips y grandes bancos como Goldman Sachs y UBS. La reseña del evento lo califica como “una discusión sobre las formas de restaurar la democracia en el país, desde Estados Unidos y otros países de la región”. Una excusa clara para que Almagro presentase en sociedad un parte sobre las acciones contra el país.

El 6 de marzo recibió al ex presidente de Colombia Andrés Pastrana, ampliamente conocido por ser lobbysta de Monsanto en América Latina. Estos encuentros se enmarcan dentro de los apoyos que recibió Almagro de los ex presidentes. Y coincide también con los respaldos políticos de senadores y legisladores de otros países como Patricio Walker de Chile, con quien se reunió antes de la presentación de su informe. Todos encuentros enfocados en hacer un inventario de políticos y países afines a la actualización de su informe de Venezuela. Dentro del que cabe jerarquizar, además, su almuerzo con los miembros del Subcomité de Derechos Humanos de Cánada del día 10 de marzo.

El 20 y 21 de marzo, días después de que presentase su informe, tuvo sus primeras conferencias de prensa y foros para promocionar la embestida contra el país. Primero utilizando la OEA para el proselitismo político con una ronda de preguntas y respuestas junto a Lilian TIntori, Patricia de Ceballos y Oriana Goicochea, representantes de sus esposos y hermano presos por planificar una insurrección violenta en el país. Después para presentar en sociedad a las fuentes de su informe en un foro junto a los representantes de las ONGs Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, Provea, Foro Penal Venezolano y Transparencia Venezuela. Todas organizaciones que reciben financiamiento del gobierno estadounidense y países europeos, aparte de instituciones corporativas.
Cerrando así un solo círculo de relaciones y lobbys entre los que se destaca la industria de la energía y los servicios financieros, dos de los sectores más voraces del capitalismo global. Y Venezuela, así como Brasil, México o Argentina, se destacan precisamente por tener enormes reservas de recursos estratégicos para el aparato de producción global, que pueden estimular al deprimido sistema financiero global. En este sentido las agresiones contra Venezuela, prosperen o no en el mediano plazo, tienen un signo político que escapa de ella misma como país específico. Pues lo que se busca es que la oleada de saqueo, robo y desmantelamiento de la figura del Estado a escala planetaria protagonizada por las corporaciones (y sus operadores) llegue definitivamente a este territorio, el último espacio no conquistado a totalidad.