EDITORIAL – Régimen | El polvorín petrolero podría explotar en cualquier momento.

Por Daniel do Campo Spada

El Gobierno de Mauricio Macri y su política neoliberal podrían dejar en la calle a por lo menos 15.000 trabajadores petroleros y a la Patagonia convertida en un polvorín. Pasan las horas y nadie en Buenos Aires parece interesado en solucionar un problema que es consecuencia directa de las decisiones del primer mandatario y su Ministro de Energía José Aranguren, ex CEO de la petrolera angloholandesa Shell. Argentina podría importar crudo sin importar la suerte de las provincias que dependen en gran parte de esta materia prima.

El desastre, que podría explotar en la última semana de enero de 2016 está dividida en etapas de colapso que implicaría una primera partida de 5.000 y luego otros 10.000 trabajadores despedidos sin descartar otros 3.500 de industrias y servicios afines. El impacto en la región sería estrepitoso porque se trata de la principal actividad económica extractiva, superando a la minería que casi no deja regalías y es mucho más contaminante. Por eso el Gobernador de la Provincia de Chubut Mario Das Neves, aliado de Macri concurrió a la Ciudad de Buenos Aires pero sin resultados. Apenas fue recibido por Rogelio Frigerio, Ministro del Interior que no ofreció solución alguna. Por el contrario la orden del Presidente es “si paran importamos combustible y listo”. El destrato a los distritos petroleros nada tiene que ver con todos los beneficios recibidos por los agroexportadores y los porteños. A los primeros se los liberó de todos los impuestos y a los segundos se les aumentó en un 135 % los ingresos por coparticipación.
La caida internacional del precio del petróleo, que al viernes 22 cotizaba en el panel Brent a u$s 28,90 le quita rentabilidad a muchas de las empresas del sector. Esto ya había ocurrido en el 2014 y el 2015, pero el gobierno peronista había garantizado un precio de referencia subsidiado a u$s 54 el barril. De esa forma, cuando el valor de exportación bajaba el Estado compensaba la diferencia permitiendo que se garantizaran las fuentes laborales, principal objetivo del kirchnerismo. Por Decreto Mauricio Macri quitó esa garantía y las empresas avisaron que despedirán personal como consecuencia de la paralización de la actividades.
Aranguren desconoce como funcionario público lo que aceptó como CEO de Shell ya que esa empresa se beneficiaría con la importación inclusive de sus pozos en Malvinas, aprovechando las relaciones carnales que Macri estableció con el primer ministro británico David Cameron en el Foro de Davos. Las que no podrían sobrevivir son Tecpetrol (del holding Techint), YPF, PAE, Petrosar, Tuboscope y Enap.
Desde el 1 de enero no hay pozos que conserven el ritmo habitual. En Comodoro Rivadavia incluso en una asamblea se juntaron 28.000 trabajadores desde todas las provincias afectadas. Río Negro y Santa Cruz juntan su preocupación a Chubut. En la reunión que Das Neves tuvo en Buenos Aires tampoco recibió ni una idea de Jorge Triaca, increiblemente el Ministro de Trabajo. Jorge Ávila, del Sindicato de Petróleo y Gas Privado, que apoyó a los candidatos derechistas en la campaña electoral dijo que el conflicto va a ser duro para el Gobierno. Incluso sorprendió que el representante del personal jerárquico José Llugder dijera en la asamblea que “la lucha es de todos. O nos salvamos todos o no se salva ninguno”. Fuentes consultadas por TV Mundus indican que muchos ejecutivos ya fueron sondeados con nuevos puestos en otros destinos en Buenos Aires o en el exterior.
El Ministro Aranguren dijo que una forma de salvar la actividad era suspender los aumentos y que los trabajadores resignen las horas extras y los pagos especiales. Aunque los obreros petroleros ganan un poco más que la media es real que la actividad es insalubre con fuertes consecuencias en la salud. Incluso los costos de vida en la Patagonia son mucho más caros que en el resto del país.

Carlos Linares, Intendente de Comodoro Rivadavia dijo que las consecuencias serían tan graves o peores que las ocurridas en la década del 90 cuando Menem regaló YPF a los españoles y la ciudad perdió 50.000 habitantes que con mucho trabajo ha recuperado en la última década. Después del lunes 25 si no hay una solución se cortaría la ruta 3 que termina en Río Gallegos. La UOCRA (construcción) y la macrista SICHOCA (camioneros) de Hugo Moyano también se pusieron en alerta ante la importante pérdida de puestos de trabajo. En realidad el PRO quiere que el sur estalle para minar a provincias en las que no obtuvo apoyo electoral. Creen que de esa forma el perjudicado será el peronismo.
Macri, mientras tanto paseó en Davos junto a su aliado Sergio Massa. Habló en inglés, le prometió a Cameron que nuestro país no molestará con el tema soberanía y todo lo que pudo expresar tras la reunión con el Presidente de México es que este le había preguntado cómo aprender sus pasecitos de baile. Allá, en Suiza, todo es carnaval, mientras en la Patagonia pueden estallar protestas graves y el Gobierno lo sabe. Por eso la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich estaría desplazando cerca de 1.500 efectivos de Gendarmería hacia la región para instrumentar la represión que podría llegar a tener las primeras víctimas fatales desde la llegada del PRO. Se privilegia el negocio en lugar de la dignidad del trabajo y esa elección solo trae consecuencias nefastas.

do Campo Spada, 2016 © – ddocampo@tvmundus.com.ar
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