EDITORIAL – Política | Cristina Fernández decidirá quién es el próximo Presidente.

Por Daniel do Campo Spada

Ni Scioli, ni Macri, ni Massa. El próximo Presidente será del Frente para la Victoria y se decide en las primarias abiertas simultáneas y obligatorias. Y muy poco probablemente los peronistas voten al Gobernador de la Provincia de Buenos Aires para ser el continuador de un proceso comenzado en el año 2003 y que lejos de desgastarse se ha consolidado. Cristina Fernández es quien hoy tiene la Presidencia, pero por sobre todo el Poder, y nada hace pre-suponer que ello cambiará a la brevedad.

La Presidenta termina su segundo año de gestión y tercero del kirchnerismo con una solidez y apoyo de la ciudadanía como no se dio nunca en la historia argentina. Solo pudo haber sido igualado por el primer Perón, pero al ser derrocado hay una variable enorme que impide la comparación. Hoy estamos en una democracia sólida, aún a pesar de las corporaciones que querrían una sumisa o bien una dictadura como la que integraron entre 1976 y 1983.
La apertura de sesiones ordinarias del Congreso fue la ratificación de que Fernández es la gran electora de este momento político. Nadie duda que un solo guiño hacia un candidato hará que los peronistas y no peronistas que apoyan el giro dado en 2003 será el ganador de las PASO. Y luego, si no ocurre nada extraño, el Frente para la Victoria reune la mayoría de las voluntades para repeir sus triunfos presidenciales (ya que en las parlamentarias no es tán sólido) una vez más.
Antes de empezar a discriminar entre los candidatos justicialistas cabe agregar que la oposición derechista no dispone de muchas posibilidades mas allá del esfuerzo de los oligopolios de medios que se encargan de mimarlos. Por más que lo impulsen a Mauricio Macri, no tiene despligue territorial nacional. Mas allá de su seguro triunfo en la Capital Federal y Santa Fé, no logró cerrar filas con las derechas y ultraderechas orgánicas de Córdoba y Mendoza. La alianza con la UCR no la creen ni los radicales. Aunque estos sí tienen despliegue territorial no están dispuestos a ser furgón de cola del multimillonario empresario sospechado de escuchas telefónicas ilegales, negocios sucios en el Estado en beneficio de sus empresas y las de sus amigos y reresiones varias contra los pobres. Macri enamora escasamente a los propios, pero no más de allí. Y el poder de las boinas blancas desde hace rato ha quedado circunscripto a líderes locales sin poder encolumnarse con ningún armado nacional. Por lo tanto, la unión PRO-UCR a la que habría que agregarle la esquizofrenia de Elisa Carrió no tiene suficientes armas para triunfar en Octubre. Que 2400 empresarios hayan pagado $ 50.000 por cabeza para cenar con el candidato y que este les haya prometido dólar libre, suspensión definitiva de los planes sociales, congelamiento de salarios y eliminación de retenciones a exportaciones e importaciones hace temer lo peor. Y el votante no es ingenuo, aunque no le guste el peronismo.
El otro candidato de la ultraderecha es el diputado y ex Intendente del Partido de Tigre, Sergio Massa. Con el triunfo en las parlamentarias pasadas, donde en la Provincia de Buenos Aires logró vencer al peronismo, los medios del extablishment se habían ilusionado. Lo mimaron y rodearon a tal extremo que mientras que sus colegas en el Congreso debatian en la Cámara Baja, él atendía a todas las cámaras de televisión. No presentó ni un solo proyecto y es el legislador con peor presentismo. En esto es igual es Macri quien solo asistió dos veces por año al recinto. Volviendo al tigrense, cabe acotar que se le están escapando los intendentes que le juraron amor eterno (no menos de quince en el único distrito donde tiene peso). Ni siquiera le quedó el inestable Martín Insaurralde, mareado por los flashes que liga por su flamante esposa y modelo Jésica Cirio. Solo le han quedado los dos laderos iniciales (Felipe Solá y Darío Giustozzi). El multimillonario Francisco De Narváez está arrepentidísimo de haber prometido $ 20 millones de su bolsillo para la campaña. Todo indica que podría bajarse de la contienda, pero no encuentra una salida elegante que le permita volver a concursar. No pudo armar ni una alianza en el interior. Solamente el radical de Corrientes y ex cómico Nito Artaza y el Senador de Jujuy Gerardo Morales se habían mostrado con él, pero la decisión de la convención de la UCR de ir con Macri destruyó todo. Los mismos medios que lo subieron empiezan a ignorarlo.
Y llegamos al Frente para la Victoria, de donde seguramente salga el próximo primer mandatario. Daniel Scioli estuvo desde el principio en el kirchnerismo. Desde la Vicepresidencia a Néstor Kirchner hasta las dos gobernaciones en la Provincia de Buenos Aires (que también fueron un pedido del ex Presidente ya que el motonauta era un dirigente de la Capital Federal). Fue candidato testimonial cuando el gobierno perdió con Francisco De Narváez y jamás cruzó a la vereda de enfrente. Pero algunos gestos, tales como jugar al fútbol con Macri el día que la operaban a Cristina Fernández de la tiroides y el país estaba en vilo hasta recibir a Hugo Moyano cuando se convirtió en opositor, pasando por sus visitas al parador del oligopolio Clarín y los reportajes en TN, han despertado una desconfianza difícil de superar. Los mismos medios que impulsan a Macri y Massa lo alientan en las informaciones como el candidato del oficialismo, pero… para los peronistas es un derechista encubierto.
Florencio Randazzo, ha ganado chapa de gestor. Tras la tragedia del ferrocarril Sarmiento en la Estación Once, todo hacía presuponer que seguiría el camino, por ejemplo, de Jaime, el encargado de transporte a quien le descubrieron en la justicia varios negocios incompatibles con la función pública. Ahora los trenes, recientemente estatizados, son modernos, puntuales y cómodos. Realmente ha vuelto a ser placentero viajar en ese medio. Por otro lado, un Documento Nacional de Identidad o un Pasaporte se consigue en 24 hs o hasta en el pie del avión en tres horas. Increíble. Pero sus posturas políticas aún no se vislumban bien claras. ¿Qué opina de los Derechos Humanos, la política económica, la unión latinoamericana y otras cosas? En la nefasta década del 90 los gestores eran los tecnócratas, seres deshumanizados que solo respetaban la eficiencia por encima de la suerte de miles de trabajadores y sus familias.
Y volvemos a Cristina Fernández. La mayoría de la ciudadanía está esperando un gesto de ella hacia cualquiera de los candidatos que sí se muestran fieles y con ganas de continuar con el proyecto político de las tres últimas gestiones. Sergio Urribarri, Agustín Rossi, Jorge Taiana…. ¿Aníbal Fernández?
En la Plaza de Mayo un cartel decía bien claro “el candidato es el modelo” y lo elige la Presidenta.

do Campo Spada, 2015 © – ddocampo@tvmundus.com.ar
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