EDITORIAL – Régimen | Crear caos. Otra estrategia del Gobierno para desviar la atención.

Redaccion mayo 14, 2019 0 Comment

Por Daniel do Campo Spada
(TV Mundus)

Casi todas las redacciones del país disponemos desde febrero la información que indicaba que si las encuestas se complicaban, el Gobierno de Mauricio Macri iba a apelar al Operativo Caos. Muchos lo llaman en el código “OC”, consistente en crear un clima de inestabilidad institucional de seguridad. La historia se ha cansado de demostrar (y Argentina tiene varios ejemplos al respecto) que ante la incertidumbre los ciudadanos optan por abroquelarse detrás del poder constituido. Por eso, la Casa Rosada dispone de un as en la manga que parece ir tomando ritmo al mismo compás que el primer mandatario tiene en su caída del favor de los votantes.
El asesinato del Diputado Nacional Héctor Olivera y su colaborador Miguel Yenod que resultó ser un móvil personal (como desde un primer momento dijo TV Mundus a pesar de la información que difundían el resto de los medios y el propio Gobierno) fue aprovechado por la Casa Rosada y su Ministra de Seguridad Patricia Bullrich para acusar a las mafias, que al día siguiente terminó siendo “la mafia gitana” en una clara ofensa a la comunidad.
Cuando todo era un papelón, un militante del PRO se apareció en la Casa Rosada diciendo que tenía una entrevista con el Presidente Macri, que jamás está en su oficina un lunes a las 9 de mañana. Los de seguridad, al avisarle que no tenía ninguna entrevista acordada “vieron” cómo Ariel Muñiz (candidato a Consejero Escolar suplente de Cambiemos en la ciudad bonaerense de General Pinto) arrojaba un maletín metálico con el que había concurrido. Inmediatamente concurrieron los integrantes de la división explosivos ataviados con trajes blancos que se podían ver desde la reja de la calle Balcarce. Ideal para la foto. En su interior había una pistola Mágnum 44 Taurus descargada y sin municiones. A esto hay que agregarle amenazas en los trenes.
Cuando el 14 de mayo a la tarde, todos los medios de comunicación ya tenían el titular del día (“Cristina Fernández fue a una Cumbre del Partido Justicialista después de diez años”) una llamada “anónima” obligó a desalojar (una vez más) al edificio Anexo del Congreso Nacional, donde por supuesto no encontraron nada. El único logro es cambiar la imagen de las pantallas y crear un falso clima de caos.

El publicista y jefe de imagen del régimen macrista es el ecuatoriano Jaime Durán Barba es un admirador del jerarca nazi Joseph Goebbels, quien en uno de sus postulados habla de crear el caos, descargando (por supuesto) la culpa en los otros. Lo que se busca es que las personas hablen de estos fastidios y no de los que corresponden por la responsabilidad del PRO y la UCR como son la desocupación, la recesión y el hambre que está haciendo cotidiana en muchos hogares. Lo inmediato, como puede ser una bomba, impacta mucho más que otros problemas y por eso, al igual que las guerras, terminan siendo la “cajita china” tras la que todos nos distraemos.

En las últimas semana se está viendo cómo es plan “Operación Caos -OC” se va haciendo realidad, en coincidencia a la caída de los candidatos del PRO en las encuestas y en las urnas. El Gobierno ya acumula ocho derrotas en ocho elecciones provinciales, algo que ni el márketing político ni el blindaje mediático de la orquesta de medios oficialistas encabezados por los oligopolios Clarín, La Nación, UNO y Cadena 3 pueden disimular. Si esto no funciona apelarán al Plan B, que es más burdo pero posible como es el fraude electoral. No por nada avanzan los decretos del Poder Ejecutivo para forzar la transmisión de datos en forma electrónica, eliminando la posibilidad de una revisión posterior (que por ejemplo permitió que quince días después de las PASO bonaerenses de 2017 no enteráramos que había ganado Cristina Fernández, aunque esa noche celebró la ultraderecha). La superpotencia capitalista ya lo ha hecho varias veces y la llamada de Donald Trump a Macri para apoyarlo no es un dato menor, justo en la misma semana donde hizo lo mismo el mandatario nazi de Brasil Jair Bolsonaro.
Argentina vive momentos decisivos, que están muy lejos de ser fáciles.

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