EDITORIAL – Régimen | El Presidente de la Suprema Corte bonaerense admitió que la justicia está en un estado deplorable.

Redaccion julio 17, 2019 0 Comment

El Presidente de la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires, Eduardo De Lázzari dice que la Justicia es una cloaca.

Por Daniel do Campo Spada
(TV Mundus y CEDIAL)

En la segunda semana de julio de 2019, el Presidente de la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires, el Dr. Eduardo De Lázzari, admitió que la justicia argentina está en un estado deplorable. Con sus propias palabras hizo un repaso al manejo que el régimen ha impuesto a uno de los poderes de la República, siendo utilizado como herramienta de presión a opositores. Inmediatamente la Gobernadora María Vidal, jerarca del macrismo, salió a responderle por no haberse callado lo que es conocido por todos.
El magistrado enumeró que hay un abuso de testigos protegidos, arrepentidos bajo presión, tráfico de escuchas telefónicas ilegales, espías combinados con medios de comunicación masiva, condenas mediáticas, espías del Estado persiguiendo a opositores y otros condimentos que han puesto a la democracia argentina en el estado terminal en el que se encuentra. De Lázzari, que tiene una larga carrera en la Justicia y está al frente del mayor poder judicial del país.
La Asociación Nacional de Jueces y Juezas del Trabajo (ANJUT), presidido por Graciela Craig, manifestó su apoyo al Presidente de la Suprema Corte ante el embate que está sufriendo por parte del círculo rojo (corporaciones macristas del empresariado y la prensa del establishment). La realidad de la que habla De Lázzari está en la opinión pública que siembra la grieta definitiva de la Argentina cada día.
La Gobernadora Vidal salió a atacar a quien encabeza uno de los poderes de la Provincia, en un gesto antidemocrático pocas veces visto. Desde las pantallas del oligopolio Clarín, creador y sostener del régimen de Mauricio Macri, la ex Vicejefa de Gobierno porteña le intimó a que mencione cuáles son esas causas armadas que esgrime al decir que la Justicia está en un estado calamitoso.
De Lázzari dijo uno por uno varios de los casos sospechados de corrupción y degradación, aunque seguramente son muchos los que quedaron en el tintero. Entre los enumerados están los casos que involucran al Gobierno macrista. Por un lado las llamadas que el fiscal de Mercedes Bidone le daba a la banda extorsiva que encabeza su colega Carlos Stornelli (junto al agente judío Marcelo D´Alessio y el periodista Daniel Santoro), al igual que las presiones hacia los jueces Gabriel Vitale y Luis Carzoglio para que detengan a los Moyano (Hugo y Pablo) y el desplazamiento de la jueza comercial Zulema Vila por querer salvar a la empresa de transporte Expreso Lomas (cuando el Ministro Guillermo Dietrich y empresarios macristas se quieren quedar con ella).
El estado de la Justicia en la Argentina atraviesa el peor momento desde 1983, en una pendiente que se agudizó desde que en 2015 se perdió la democracia plena. El Poder Judicial mira para el otro lado cuando hay una veintena de presos políticos y dueños de medios de comunicación opositores detenidos en todos los casos con causas armadas. Cuando en la palestra apareció un Juez honesto como Alejo Ramos Padilla un fiscal del macrismo como Stornelli se cree en el derecho de no asistir a ninguna de las seis citaciones.
Para recuperar la democracia no solo se debe restablecer quien ocupe el Poder Ejecutivo sino que también habrá que rever el Poder Judicial, resabio monárquico de privilegios que se ha convertido quizás en el más corrupto de todos. En esta nota hicimos referencia al de la Provincia de Buenos Aires, pero no nos olvidemos la cloaca en que se ha convertido a nivel nacional Comodoro Py, principal foco de persecución a los opositores al régimen.

…