EDITORIAL – Régimen | Mi hija Belén y Antonia la hija de Macri.

Redaccion septiembre 28, 2018 0 Comment

Por Daniel do Campo Spada
(TV Mundus)

Una de las primeras lecciones que les damos en la universidad a nuestros alumnos (y futuros colegas) es que el periodista profesional debe evitar la autorreferencialidad, pero en este caso voy a omitir ese paradigma clásico en la profesión. Cuando con gran estupor vi al Presidente Mauricio Macri ir con un helicóptero del Estado que acabamos de pagar u$s 10 millones (equivalente a $ 400 millones según la cotización del día de la fecha) a buscar a su hija al jardín de infantes no pude más que pensar en mi hija. Belén lleva tres noches durmiendo en el piso usando su campera de almohada para defender NUESTRA educación pública.
María Belén quiere ser docente, pero apenas está en el Normal 4 del barrio de Caballito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. No se recibió pero ya lucha por sus futuros alumnos, sus hijos (que serán mis nietos), sus sobrinos y los hijos de mis vecinos. Con apenas 16 años muestra una dureza que me honra para defender lo que ha sido la educación de sus abuelos, de mi mujer, de la mía y la de mis otros hijos.
Mientras Belén se abraza a su campera y seguramente tenga algo de frío y duerma mal, lucha por todos nosotros. ¿A cuál de sus dos mil juguetes que tiene en la Quinta de Olivos se abrazará Antonia? ¿Sabrá la hija de Macri que niñas como ella no tienen una escuela digna? Mientras yo siento orgullo por mi hija, ¿que siente Antonia por Mauricio? Aún es pequeña y quizás se forme en un micromundo, como ha sido el de su padre. Abogo por la esperanza de que a través de la ventanilla de los cientos de helicópteros que abordará en su vida pueda ver algo que su progenitor no ve.
Y como la política se nutre de gestos, no puedo creer que haya sido casualidad que el Eurocopter H 155 haya aterrizado casualmente en el predio de la Agencia Nacional de Discapacidad justo el mismo día en que se anunció el final de las asignaciones a personas con capacidades diferentes. La soberbia a tope. No hay dinero para pensiones ni para los colegios a los que concurren miles de Belén, de Cinthyas, Carlos, Gerardos y Marcelos, pero sí se pueden gastar en agosto próximo pasado los u$s 10 millones para una unidad que sirvió para que Macri retire a su hija del liceo Franco Argentino Jean Mermoz.
El 41,3 % de los chicos en la Argentina es pobre y escasamente puede estudiar, porque desde que perdimos la democracia en diciembre de 2015 el Estado neoliberal privilegia pagarle a los buitres antes que pensar en la gente. Lo único que garantiza es que millonarios globales vayan a buscar a sus hijos a selectos colegios con sus helicópteros, para que vuelen bien alto y no puedan ver la miseria que provocan sus padres a los que a lo mejor aman inocentemente.
Mientras las Antonias van a Disney, nuestra Belén vino de nuestra mano a despedir a despedir a la mejor Presidenta que nos dio la historia. Algunas generaciones recordamos el regreso de Perón y el retorno a la vida democrática. Con mi mujer no imaginábamos tampoco que ese 9 de diciembre era el último día de una democracia que nos duró 33 años y que luchamos por recuperar en el 2019.
Hoy, jueves 27 se septiembre mi hija duerme en el piso de su aula, abrazada a su campera. Está estudiando la materia más digna que debe tener un educador, que es la DIGNIDAD y ESTOY MUY ORGULLOSO de ella y sus amigos/as/es porque a los adultos que no sabemos cómo enfrentar al régimen nos están dando una lección.

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