HISTORIA – Política | Cooke: Cuando Perón jugó por izquierda

Redaccion septiembre 19, 2018 0 Comment

J. W. Cooke y Juan Perón en el exilio.

Por Alfredo SAYUS
(La Cooke)

Hoy se conmemoran 50 años del fallecimiento de John William Cooke.

Que costumbre necrófila la Argentina de recordar a sus homenajeados en la fecha de su muerte y no en la de su natalicio. Pero bueno, esto ya está instalado en el acervo social desde hace mucho tiempo y no es análisis de este artículo.
Decía que se cumple medio siglo de la muerte de un hombre que entendió el peronismo desde una óptica diferente a sus contemporáneos. Cooke supo ver en la revolución nacional y popular encarnada por Perón y Evita, la génesis de un moviento que integraría a los trabajadores con el capitalismo social que pretendía el General.
Sin duda, y tras el golpe de Estado de los fusiladores del ´55, Perón analizó la posibilidad de jugar por izquierda. Hacerle un guiño al “Bebe”; que fuera más allá de nombrarlo su representante, su sucesor político en el caso que él mismo, Perón, muriese.
Pero el General había sido formado en la escuela militar que aun abrevaba en la influencia prusiana y descartó aquella posibilidad cuando la Revolución Cubana le hizo ver que el socialismo venía en serio en América Latina y la posibilidad de una Argentina comunista le produjo al viejo caudillo un escozor que no disimuló al soltarle la mano a Cooke en el último tramos de su vida (la de Cooke).
John William Cooke fue un nacionalista consecuente, no un peronista obsecuente y defendía al peronismo con una interpretación propia. Entendiendo la obra del peronismo como una auténtica revolución, afirmaba: “Se nos podrá decir que es imperfecta, pero es una revolución nuestra” y criticaba duramente al cipayismo vernáculo sosteniendo que los males del país eran el resultado del predominio de las doctrinas de los intérpretes nativos del imperialismo que, a propósito o sin querer, se prestaban a esa entrega.
Ya en Cuba y consustanciado con la Revolución, Cooke creyó en la idea de crear tantos hechos revolucionarios hasta que Perón no tuviera más opción que aceptarlos y dirigirlos, pero el General ya vislumbraba otro horizonte y, más allá de la maravillosa correspondencia que cruzaron mientras el Líder permanecía en el exilio, para Perón, Cooke ya se había apartado de su ideario.
Un fatídico cáncer se llevó al “Bebe” joven. Pero quedó su doctrina que, aun con la impronta propia de su comprensión analítica y certera, jamás se apartó del peronismo.
Ningún otro dirigente del Justicialismo se animaría a asegurar como lo hizo Cooke que el peronismo fue el hecho maldito del país burgués, ni que el Partido Justicialista podía ser el camino para que la corrupción penetrara en el Peronismo. Por eso Cooke fue un adelantado a su época.

…