MUNDO – África | Margallo insta a actuar "rápido" en Libia. Nadie ha dado aún explicaciones de por qué atacaron y destruyeron ese país.
Por Purificación González de la Blanca
(Colectivo Internacional Ojos para la Paz)
25 de marzo de 2015.- “España mantiene viva la presión internacional para dar una solución urgente a la crisis libia”, así lo expresó el lunes, 23 de marzo, el Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, en un desayuno informativo del Foro Red de Casas, y que publican distintos medios, agregando que “en Libia hay que hacer algo rápido y con contundencia”. Añadió asimismo que apoya los esfuerzos de delegado de la ONU, Bernardino León, para consensuar un “gobierno de unidad”.
A estas alturas, España ni ningún otro país de la coalición atlantista han dado explicaciones de los motivos que les llevaron a atacar a Libia, un país amigo hasta ese momento, que había conseguido logros impensables incluso para gran parte de los países europeos, como pleno empleo, luz y agua gratis, préstamos sin interés, enseñanza universal y gratuita (con becas de 1.600 €/mes para estudiar en otros países), o 300 € por persona al mes en concepto de reparto de las rentas de petróleo, etc. Libia tenía el mayor índice de desarrollo humano de toda África, su esperanza de vida era de 78 años, igual que la de Alemania, y constituía un muro de contención contra la avalancha migratoria hacia Europa ya que a su pleno empleo sumaba 2.5 millones de puestos de trabajo para trabajadores subsaharianos.
Libia fue bombardeada y arrasada al amparo de una mentira (si en Iraq fueron las armas de destrucción masiva, en Libia unos inexistentes bombardeos de población) y, lo que es más grave, bajo mandato de la Resolución 1.973 del Consejo de Seguridad, que prohibía expresamente dar un golpe de estado. La categoría de los atacantes quedó reflejada en el brutal linchamiento y asesinato del Coronel Ghadafi, en los 200.000 libios asesinados y en los bombardeos de puertos, aeropuertos, escuelas, hospitales, pueblos, ciudades, universidades, redes de abastecimiento de agua, rebaños… A fechas de hoy nadie dio explicaciones de por qué se cometió tal atrocidad. Ni el TPI ha demandado todavía a ninguno de los mandatarios de los países atacantes.
Pese a todo, los libios han ido renaciendo de sus cenizas y retomando las riendas de su país, se han dado un gobierno de unidad, que es el de Tobruk, y un parlamento, en el que participan las tribus, el Movimiento Nacional Popular Libio, los militares, los movimiento sociales…Pero han sido excluidos de la mesa de negociaciones sobre el futuro de Libia.
Con fecha 23 de febrero, convocada por Estados Unidos (que insiste en apropiarse del petróleo) se celebró una reunión en Marruecos a la que asistieron la embajadora de ese país Deborah Jones, el embajador británico Michael Aron y el embajador de Francia en Libia, por una parte, y representantes de Misrata (Libya Dawn, es decir el terrorismo puro y duro que opera en Libia), así como Abdul Hakim Belhadj (reconocido terrorista de Al- Qaeda, sumado ahora al Emirato Islámico, implicado en el 11-M) y el libio Abu Obeida, perteneciente también al Emirato Islámico. Las conclusiones de esa reunión han sido entre otras apoyar a las milicias de Misrata (Libya Dawn) para librar una guerra contra Al Daesh; aplicar un solución militar a Libia; y boicotear el proceso de dialogo del pueblo libio, es decir: el gobierno de Tobruk, del que se acuerda disolver la cámara de representantes, en el que participan las tribus, el Movimiento Nacional Popular Libio y los militares, como ya se ha expuesto; y formar grupos terroristas en el Sinaí para frustrar los planes del presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi.
Este mismo esquema de reunión ha sido trasladado al supuesto “proceso de paz” de Ginebra, dirigido por un hombre impuesto por los Estados Unidos, Bernardino León, que si por algo se ha caracterizado ha sido por sus preferencias en negociar con las bandas armadas y dejar fuera de las mesas de diálogo a los libios.
Están negociando con terroristas el futuro de Libia mientras ignoran a los legítimos representantes del pueblo libio al que excluyen de la mesa de negociaciones.
A Libia se le ha asignado por quienes la atacaron el papel de vivero de mercenarios y bandas armadas, que Estados Unidos Utiliza para su exportación a otros países que repiten el guión, como Iraq, Siria, Egipto, Yemen o Nigeria. ¿Cómo extrañarse de los sucesos de Túnez?
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