Asesinaron al “Mono” Jojoy.

Por Daniel do Campo Spada

BOGOTÁ.- Como consecuencia de un violento bombardeo hecho por cerca de cincuenta naves, murió el “Mono” Jojoy, Jefe militar de Oriente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Ante las ofertas de negociar una paz que termine con medio siglo de guerra civil, el flamante Presidente Juan Manuel Santos responde con la misma agresividad de su antecesor Álvaro Uribe. Con este dirigente la guerrilla acumula pérdidas muy importantes en los últimos años (Marulanda Vélez por infarto y Raúl Reyes acribillado).
Horas antes del bombardeo recibido por el Ejército del Palacio de Nariño las FARC habían ofrecido una tregua negociada, pero el despliegue fue sorpresivo por su magnitud y desmedido al mismo tiempo por solo seis víctimas fatales. La Operación Sodoma involucró a 30 aviones y 27 helicópteros que atacaron la zona de La Macarena, a pocos kilómetros del lugar en donde hace poco más de un mes se encontró la mayor fosa común de la guerra civil. Restos de más de dos mil cadáveres ejecutados por el Ejército Nacional y los paramilitares eran el mudo testigo de la violencia del saliente Presidente Uribe. A una distancia prudencial del lugar se encontraba la base fariana que atacaron costándole la vida a Víctor Suáres Rojas, verdadero nombre de el Mono Jojoy, uno de los más veteranos líderes de la insurgencia. Con 57 años de edad, pasó la mitad de ella en la selva colombiana.
El Ministro de Defensa Rodrigo Rivera mostró su satisfacción por el hecho y advirtió eufórico ante los medios que asesinarán a todos los guerrilleros que no se entreguen, incluidos los del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que hace dos semanas firmó un acuerdo de colaboración con las FARC.
En el país hay seis grandes sectores armados. Por un lado el Gobierno que dispone del Ejército Nacional y de los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Ligados a este están las tropas norteamericanas repartidas en siete bases militares con la mas moderna tecnología en armas y telecomunicaciones y los carteles de la droga con puentes directos a Estados Unidos. Por el otro se encuentran las únicas dos insurgencias activas en Sudamérica como es el caso de las FARC y el ELN. En el medio quedan los colombianos que ruegan por una paz definitiva pero que al momento de ir a las urnas avalan a mandatarios con discursos bélicos.

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SEPTIEMBRE 2010-09-26
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