EDITORIAL – Economía | Las sanciones económicas a Rusia son un boomerang para Occidente.

Redaccion marzo 20, 2022 0 Comment

Por Daniel do Campo Spada
(TV Mundus)

Desde que comenzó la intervención en Ucrania, el mundo occidental ha aplicado las peores sanciones que un país haya recibido en tan corto tiempo. La Federación Rusa ha recibido en solo un mes más bloqueos en todos los aspectos (económico, deportivo, cultural, etc.) que lo que jamás sufrió la Alemania de Hitler en el curso de toda la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos estaba esperando una oportunidad para comenzar otro tipo de guerra contra una superpotencia que ha renacido y que siempre ha visto como la contraparte. Sin embargo, Moscú también construyó en estas décadas una relación de interdependencia con Occidente que afectará a los países que dependen de la Casa Blanca. Los Estados europeos quedan de esta manera desdibujados en el nuevo armado mundial.
La magnitud de las sanciones económicas va a provocar un cambio del poder mundial que definitivamente se desplaza hacia Asia, donde también está Rusia. Allí China, la gran superpotencia naciente y la India junto a los eslavos pueden construir un nuevo polo que además incluiría a potencias regionales como la República Islámica de Irán. El volumen del comercio entre estos países absorbe lo que sería la demanda de la Europa estadounidense. Por ello algunas naciones de ese continente saben que serán relegadas en las grandes decisiones mundiales. Francia y Alemania están contando los días para ver su desaparición de la gran mesa del planeta. Apenas quedarán con recesión y más dependientes que nunca de Estados Unidos.
Europa pagará el gas tres veces más caro. Al suspender los gasoductos rusos Nord Stream 1 y anular el Nord Stream 2, tendrán que reemplazarlo por gas licuado proveniente de Estados Unidos. El envasado y el transporte en barco no solo genera un problema logístico sino de costos. La competitividad europea ya era escasa y este sería el golpe de gracias. Los acuerdos comerciales contraídos con su metrópoli dominante provocarán una inundación de productos yanquis con los que la industria local no podrá competir. Ello provocará más crisis social. En algunos países la misma es palpable en las calles. Francia, Italia, España y Alemania verán agudizarse las protestas por la desocupación reinante. Algunos países como Austria, experimentan una inflación que no tuvieron en los últimos 20 años. La carencia de la energía rusa solo agudizará esa situación.

Rusia provee a Europa el 27 % del petróleo, el 40 % del gas y el 27 % del carbón (muy presente en el esquema energético de esos países). Estados Unidos se propone como sustituto de esas demandas, pero su condición de extra continental agudiza los costos de transporte. De hecho, en territorio estadounidense los costos de energía aumentaron un 47 % en los últimos dos meses, una cifra que dobla la crisis petrolera de la década de 1970. Por eso ahora le piden a la República Bolivariana de Venezuela que les provea crudo para poder bajar los costos. Washington, con “el calzón caído” sostuvo reuniones con el legítimo Presidente Nicolás Maduro al que vienen combatiendo desde el comienzo. Hasta le habían inventado un “presidente electo” con el delincuente internacional Juan Guaidó del que ahora no hablan.
Un galón de nafta en Estados Unidos aumentó 28 % solo en la primera quincena de marzo de 2022, costando u$s 4,17. En algunas regiones como California por ejemplo el costo llega a u$s 5,44. Esos costos se están trasladando a la economía en general, desgastada por los ingentes gastos militares en distintos países del mundo que ocupan. La inflación anual en febrero de este año llega en el imperio a 7,9 %, una de las cifras más grandes después de la Segunda Guerra Mundial.
Joe Biden, quien tambalea al frente de la débil democracia estadounidense enfrenta además una desbalance comercial pronunciado. Por eso quieren venderle a Europa reemplazando a Rusia. En el último ejercicio fiscal los yanquis importaron u$s 314.100 millones de dólares y solo exportaron u$s 224.400, provocando una déficit (por quinto año consecutivo) de u$s 89.700 millones de su moneda. Hoy por hoy es el país más endeudado en el mundo, pero como ellos imprimen los billetes se sienten seguros. Sin embargo, no solo China (mayor acreedor) tiene más dólares que los propios norteamericanos sino que al sacar a Rusia del sistema interbancario Swift, impulsan a que Asia empiece a trabajar con otras monedas, lo que desplazaría al dólar como valor de referencia. Esta es una oportunidad que el mundo debería aprovechar.

Vladimir Putin, en un mensaje a la Nación rusa transmitido por televisión dijo que vienen tiempos difíciles ante tantos bloqueos, pero que había que ver este hecho como una oportunidad “porque nos veremos obligados a solucionar los problemas por nosotros mismos y eso nos hará aún mejores”. Mientras, Occidente se queda sin una gran cantidad de elementos de energía y alimentos provenientes tanto de Rusia como de Ucrania. Aunque hayan suspendido en todos los ámbitos (deportivos, económicos y hasta culturales) todo lo que sea ruso, Europa deberá hacerse cargo de casi tres millones de ucranianos que huyen del nazismo de Zielinsky aprovechando la intervención militar de sus vecinos.

Por primera vez, las sanciones que Occidente le aplica a Rusia, como a otros treinta países, puede convertirse en un boomerang que puede terminar asfixiando a sus países dependientes y Europa será consciente de su creciente pequeñez en el tablero internacional. Con sus medidas agresivas Washington acelera los tiempos de Asia.

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