EDITORIAL – Impunidad Macrista | El prófugo fiscal Stornelli apuró el cierre de la causa por chats entre la Corte y los macristas.

Redaccion enero 21, 2023 0 Comment

Por Daniel do Campo Spada.-
(TV Mundus)

La complicidad de la Corte Suprema, los jerarcas macristas y la Embajada de Estados Unidos quedó al desnudo, involucrando incluso al fiscal Carlos Stornelli, líder junto al fallecido (por cáncer de cerebro) Juez macrista Claudio Bonadío de una organización mafiosa dedicada a inventar causas contra dirigentes del peronismo. El abogado Gastón Marano, Silvio Robles y Marcelo D´Alessandro, cabezas visibles del hampa jugaron un rol premeditado al márgen del conocimiento de la opinión pública.
Gastón Marano no solo es un abogado que trabaja para la Embajada yanqui sino que además representa a la banda “Los Copitos” que quisieron asesinar a la Vicepresidenta Cristina Fernández, financiados por las empresas de los Caputo, testaferros de Mauricio Macri. Cuando supo que un Juez de Santiago del Estero denunció a Silvio Robles, mano derecha de Horacio Rosatti, Presidente de la Corte, por darle instrucciones al PRO y le pidió el teléfono, el pro-yanqui inmediatamente hizo su presentación en los Tribunales de Comodoro Py. Allí los derechistas tienen impunidad garantizada.
Robles le pasaba por chat instrucciones a Marcelo D´Alessandro, Ministro de Seguridad del Intendente porteño Horacio Rodríguez Larreta. Allí, por órdenes de Rosatti, les indicó a la bancada de Juntos por el Cambio varias instrucciones en temas claves. Ese prevaricato del máximo tribunal con la oposición incluía complicidades en la oscura explotación de grúas y multas de estacionamiento en la Ciudad de Buenos Aires. Un hacker sacó los chats a la luz y generaron el merecido escándalo público, cubierto solamente por el silencio de los medios de comunicación dominantes. Cuando fue denunciado en Santiago del Estero se le exigió el teléfono, que no entregó porque al notificarse estaba de vacaciones en… Estados Unidos. ¿Curioso, no?
Por la denuncia de Marano el caso recayó en Comodoro Py y allí le tocó al fiscal Carlos Stornelli, oscuro personaje que durante el régimen se dedicó a perseguir peronistas armando causas en base a “cuadernos” que no tenía porque hizo todo con solo fotocopia, espió teléfonos privados y puso micrófonos en el Penal de Ezeiza para espiar a los presos políticos. Todo eso, si es deliberado como lo fue, está legalmente prohibido, pero ello no le importó. Se usó igual.
Sin embargo, en esta ocasión, como involucraba a dos macristas rápidamente pidió el cierre del caso porque la obtención de la prueba no tenía un origen legal. ¿Y los falsos cuadernos? ¿Y las escuchas a presos políticos detenidos? Eso (para ellos) está bien porque desde hace un tiempo la Justicia dejó de ser uno de los poderes de la República para convertirse en un arma al servicio de las derechas antidemocráticas. A la lista de personajes a vigilar por ser una amenaza habría que incluir al Juez Federal Sebastián Ramos, que estuvo muy presto a prestarse al juego de lawfare que cómodamente siguen manejando el Embajador Marc Stanley y el empresario oligopólico de medios Héctor Magnetto.
La democracia amenazada requiere de ciudadanos atentos en cada uno de nuestros espacios cotidianos porque lo que no se defiende… se pierde. Y ahí perdemos todos.