EDITORIAL – Régimen | Palos, balas, camiones hidrantes, despidos y persecución ideológica. La fórmula de Macri para los trabajadores.

Por Daniel do Campo Spada.-
(TV Mundus)

El Presidente Macri negó la posibilidad de instrumenar un bono de fin de año para la clase trabajadora ante los fuertes aumentos de precios en alimentos y servicios. Lo único que anunció es apenas uno de $ 400 (equivalente a tres kilos de asado) para los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, Jubilados y empleados estatales. “Es suficiente” dijo al momento del anuncio. Por otra parte, su Ministro de Trabajo Jorge Triaca, hijo del multimillonario dirigente gremial del plástico dijo que los aumentos de salario solo se negociarán por productividad (es decir, solo si la empresa mejora sus ventas).

Las primeras medidas han sido todas a favor de los sectores empresarios pero no para los trabajadores. Por el contrario, reprimieron con balas de goma y camiones hidrantes a los obreros de la empresa avícola Cresta Roja del Partido de Esteban Echeverría que a cambio de la fuga sin pagar costo alguno de los empresarios de RASIC solo recibirán $ 6 mil mensuales (solo por dos meses). Rápidamente una jueza decretó la quiebra, pero si no aparece un comprador se cierra. Mientras tanto, los empresarios, que fueron a San Pablo con Macri la semana anterior a asumir ya tienen contactos para importar pollos.
Al vergonzoso bono de $ 400 hay que agregarle que en el Estado Nacional despedirán a 47.000 trabajadores y en la Provincia de Buenos Aires a 67.000. Desde su asunción en el Ministerio de Seguridad la Ministra Patricia Bullrich armó un equipo de espías que revisaban los perfiles de las redes sociales de los empleados. La persecución ideológica (impensada en un sistema republicano y demcrático) tiene una primera etapa hacia aquellos que hayan ingresado en 2013 en adelante. Todos los que sean sospechados de peronistas serán despedidos. Lo que se desconoce es qué argumento aplicarán Macri por un lado y María Vidal por otro para justificar ese atropello sobre la clase trabajadora, algo que no se recordaba desde la época de López Rega e Isabel pasando por toda la dictadura empresario militar que encabezó Videla y cerró Bignone. Bullrich suma esto a su historial que ya era recordado por el recorte del 13 % a jubilados y estatales durante el gobierno de De la Rúa. La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) prepara un paro nacional.
La megadevaluación recortó el poder adquisitivo de los asalariados en un 40 a 50 %. De un plumazo selectos empresarios agroexportadores se volvieron más millonarios de lo que eran y cerca de 15 millones de trajadores vieron que crecía su pobreza sin mayores explicaciones. A pesar de ello Macri negó la existencia de un bono compensatorio. Apenas de $ 400 para los ya mencionados. Por eso el sindicalismo prepara el primer paro nacional a solo tres semanas de asumido el gobierno de ultraderecha PRO. El único sindicato que logró una “ayuda” de $ 12.000 fue el SICHOCA (Camioneros) que responde a Hugo Moyano, sindicalista aliado del Poder Ejecutivo. No solo es una devolución de gentilezas sino que responde a una decisión estratégica. El camionero garantiza que no se paralicen los transportes de granos para exportar ni el transporte de caudales (disminuido a propósito para que no haya circulante que vaya a parar a la compra de dólares).

Siderca y Metalmecánica, ambas del holding Techint, despidieron a 194 y 84 trabajadores respectivamente, aún a pesar de que la devaluación ha disminuido el valor de los salarios en dólares, a lo que hay que agregar que la eliminación a las retenciones de exportaciones industriales aumentan la tasa de ganancia. Cabe recordar que los balances de los últimos años han mostrado ganancias siderales (en 2010 fueron de u$s 1.141 millones, u$s 1.702 millones en 2012, u$s 1.574 millones en 2013 y u$s 1.181 millones en 20141)pero ello no parece importarle al Gobierno de Macri que ni atendió a los trabajadores.
Los gremios metalmecánico, autopartista, construcción y tecnologías de las información redujeron sus previsiones para el 2016 y en enero comenzarían los despidos masivos, aprovechando que las vacaciones disminuyen el impacto mediático de estas medidas. El temor a perder el trabajo será un gran elemento de presión para las paritarias que el PRO no está muy interesado en mantener. Recordemos a José Luis Espert, economista de la ultraderecha que las considerada fascistas.
A solo tres semanas el régimen, que son sus decretos violentos, la complicidad con el Poder Judicial y sin convocar al Congreso parece directamente una dictadura ha demostrado que no le importa la clase trabajadora. Apenas algunos sindicalistas sospechados de corrupción y oportunamente denunciados por los cómplices Clarín-Macri vuelven a llenar sus bolsillos, como es el caso de Gerónimo Venegas (alias el Momo) y Hugo Moyano (probablemente dueños de las empresas recolectoras de residuos). El resto… empieza a darse cuenta lo que votó.

do Campo Spada, 2015 © – ddocampo@tvmundus.com.ar
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