La Columna de Hugo de la Riva | El comodín amarillo

Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz.

Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz.

Por Hugo de la Riva
@hugodelariva10

“Macri está trabajando de comodín del Departamento de Estado, de comodín del Gobierno de Estados Unidos”. Así de contundente fue la frase que pronunció esta semana Adolfo Perez Esquivel, Premio Nobel de La Paz en 1980, hombre torturado durante la última dictadura militar y mente que jamás podrá ser acusada de kirchnerista.

Dichas palabras fueron enunciadas en referencia a las actitudes, discursos y decisiones que está tomando el Presidente “Mau” en cuanto a, por ejemplo, la relación de nuestro país con Venezuela, nación hostil para los intereses de Estados Unidos. Repasemos: Macri, ya en época de campaña y antes, como Jefe de Gobierno porteño, fustigó constantemente las políticas sociales y económicas elegidas primero por Hugo Chavez y ahora por Nicolás Maduro (políticas que fueron apoyadas por un pueblo que los votó democráticamente). El argumento, falaz, fue que se trata en ambos casos de gobiernos autoritarios. Además, la crítica por la detención del dirigente opositor Leopoldo Lopez (organizador de Guarimbas que terminaron con decenas de muertos civiles y un golpista discursivo desde los medios de comunicación) surgió desde la lengua del Ingeniero devenido joker de USA repetidas veces, pero dicha objeción cae por su propio peso al ver cómo en Jujuy, con su aval, sí detienen ilegalmente a una dirigente social por el solo hecho de protestar. Así es que esta lógica Macrista de atacar al gobierno Bolivariano colabora con el plan norteamericano que es, como se vio y se ve reflejado en el apoyo de USA a las fuerzas opositoras y golpistas venezolanas, poder ser ellos los que manejen la economía y el Petróleo de aquel país. O sea, no es producto de la casualidad que Macri tome como propia la agenda del Estado norteamericano, sino que realmente lo hace porque responde a los intereses del Tío Sam.

¿Por qué responde a esos mandatos del Norte? Simple: porque fue y son los Estados Unidos junto con las potencias europeas los que impulsaron el “Macri 2015” con la idea de empezar a “derechizar” nuevamente a América Latina, luego de que durante este Siglo XXI el Progresismo (con errores y virtudes) haya copado la parada del Continente. De hecho, así se lo hicieron saber, una vez más, al propio Macri en Davos ¿o usted cree que allí hablaron de “pobreza cero” y de “unir a los argentinos”?
CapturaPues no. Fíjese que allí lo que se acordó fue seguir adelante con la agenda yanqui. Y dentro de esa agenda – junto con la idea de hundir al gobierno de Maduro para luego sacar del medio a Evo en Bolivia y a Correa en Ecuador – existe el interés por fortalecer la nueva Alianza del Pacífico, la cual había sido derrotada en 2005 en la Cumbre de Mar del Plata (“ALCA, ALCARAJO”, inmortalizó aquella vez Chavez). Dicha organización – que en América Latina está compuesta por México, Colombia, Perú y Chile y que se contrapone a los BRICS (Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica) – busca expandirse; y para eso quiere de su lado a Venezuela, Brasil y Argentina, motores del Continente. Por ahora con Brasil y Venezuela no han tenido suerte; sí la han tenido con Argentina conseguido, ya que el PRO trabaja para este nuevo régimen económico que busca desregularizar y abrir la economía de los países para poder liberalizar el comercio, lo que genera la destrucción de la Industria local y el achicamiento de los Estados. ¿Cómo lo hacen? Con el método PRO: despidos masivos, apertura de las importaciones y represión más criminalización de la protesta social que se ha dado en estos días.
Días en los que vimos que las cartas están sobre la mesa, y que el jugador del Norte tiene al Comodín, vestido con su elegante disfraz amarillo. Importado, por supuesto.