Análisis del Documento Conclusivo de Aparecida que el Papa Francisco le dio a Cristina Fernández. NOTA 1/5

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BUENOS AIRES (TV Mundus).- El Papa Francisco le dio a la Presidenta argentina Cristina Fernández un volumen con el Docimento Conclusivo de Aparecida, lugar sagrado en Brasil en el que se había reunido la Conferencia Episcopal Latinoamericana. El equipo de Notas Cristianas, integrante del Grupo Tecum – Novo MundusNET había publicado oportunamente cinco notas en donde se analizaban algunos de sus ejes. Los primeros análisis de los especialistas católicos romanos indican que ese documento podría ser la orientación del primer Papa latinoamericano, quien fue uno de los redactores finales.
TV Mundus republica aquí esa cinco notas publicadas a finales de 2008 y principios de 2009.

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APARECIDA I – El difícil trance de las fiestas.

Por Daniel do Campo Spada.

“La alegría del discípulo es antídoto frente a un mundo atemorizado por el futuro y agobiado por la violencia y el odio. La alegría del discípulo no es un sentimiento de bienestar egoísta sino una certeza que brota de la fé, que serena el corazón y capacita para anunciar la buena noticia del amor de Dios. Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona. Haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo.”
(DOCUMENTO CONCLUSIVO de APARECIDA, Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, 2007, Párrafo 29).

Cuando llegan estos días conviven dos situaciones extremas. Los que a través del consumismo desenfrenado revisten los festejos de Nochebuena, Navidad y Año Nuevo con estridencias y ruido, ante la imposibilidad de poder reflexionar y escuchar al otro. Por el otro lado, están aquellos que, conscientes de ese correr hacia ningún lado quisieran aislarse y esconderse. No es casual que los Monasterios tengan en esta época la máxima demanda. ¿Donde ir cuándo todo son saludos superficiales, de plástico, automáticos, ruidosos y poco sinceros? Difícil respuesta que no tenemos.
La lucha para vivir Nochebuena y Navidad de otra manera es muchas veces una batalla perdida en el interior de las familias. Muchas parroquias a lo largo de nuestra América Latina vienen desarrollando fiestas comunitarias (sobre todo en los grupos de base) en las que el eje está en el ENCUENTRO y no en lo que come glotonamente. Un mate, algunas cositas dulces caseras o hasta una comida como la de todos los días sirve para vivir las fiestas en el espíritu de Cristo.
Papá Noel, los árboles de Navidad, los regalos, las luces, la música fuerte, etc, son aditamentos que no sirven más que para hacer ruido en los espíritus y donde se puede disfrutar solamente si se entra en ese juego de desenfreno que solo responde al consumismo. Una vida agitada como la que se lleva hoy no solamente en las urbes sino también en las ciudades cabecera de los pueblos rurales no permite el encuentro tranquilo. Las celebraciones del 24 y 25 de diciembre son una excusa para vernos las caras, ya que el mismo Documento de Aparecida nos indica que la vida en Jesús solo se da en comunidad con los demás.
“Ante la idolatría de los bienes terrenales, Jesús presenta la vida en Dios como valor supremo”. (Marcos 8, 36)
Muchos enfrentamos los días festivos con esa sensación de incomprensión en cuanto al sentido legítimo, pero no debemos desfallecer en ello. Con dulzura y muchísima paciencia debemos imitar a Cristo, que por momentos predicó en el desierto, donde seguramente alguien escucha y casi sin pensarlo estaremos dando inicio a una nueva forma de vivir días tan especiales. Por otro lado, aunque desparramados y tapados por el ruido, no somos pocos.

DICIEMBRE 2008-12-21
Permitida su reproducción con mención de la fuente.

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